Quítate la coraza de tus creencias
y observa el mundo con curiosidad.
Con ojos de niño,
con actitud de explorador.
Permítete dudar de todo,
incluso de ti mismo.
Dale el beneficio de la duda a cualquier idea,
incluso a la más descabellada.
Siente curiosidad genuina acerca de lo que sea:
ateísmo o religión
literatura o fútbol
derecha o izquierda
rock o pop
No tienes que convertirte a nada,
no tienes que cambiar tus ideales,
simplemente no cargues con ellos
(pues pueden ser muy pesados)
y cultiva una mente curiosa.
Suelta tus creencias,
juega con ellas, duda de ellas,
desármalas y vuélvelas a armar.
Verás que todo se vuelve ligero
divertido, interesante y fascinante.
Verás que puedes aprender de cualquiera.
Verás que el mundo se siente nuevo.
En una mente rígida no caben nuevas ideas,
en una mente curiosa siempre hay espacio para crecer.
Muchas gracias! Me gusta mucho este planteamiento, me lo llevo puesto, grabado para tenerlo en cuenta en todo momento.
Un saludo
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